La radiofrecuencia facial en estética es un tratamiento indicado para combatir la flacidez.
¿En qué consiste?
Mediante una máquina y utilizando un cabezal de tratamiento se generan radiaciones electromagnéticas que provocan el calentamiento de las diferentes capas de la piel.
Este calentamiento favorece la formación de nuevo colágeno permitiendo así que la piel adquiera firmeza y elasticidad, el drenaje linfático (eliminación de toxinas), la circulación de la piel y el tejido subcutáneo y la migración de fibroblastos.
Tras este calentamiento controlado con retracción del tejido se consigue un efecto lifting sin cirugía dado que la piel recobra suavidad, se vuelve más firme y elástica y se reducen las arrugas.
No necesita anestesia, lo que supone también que no será necesaria la hospitalización, permitiéndote así poder seguir con tus quehaceres diarios.
El número de sesiones varía dependiendo del caso y de la zona, más o menos para un tratamiento facial serán necesarias entre 4 y 6 sesiones y para tratamientos corporales entre 6 y 10 sesiones.
La duración de cada sesión del tratamiento facial será de entre 30 y 60 minutos y dependerá igualmente de la zona a tratar. Después de cada sesión es recomendable mantener la zona tratada protegida del sol.
Lo que se suele apreciar es una ligera sensación de calor, que normalmente suele ser indolora y también pueden aparecer hinchazones y enrojecimientos que normalmente suelen ser transitorios y que desaparecen con el tiempo.
En la primera sesión ya se empiezan a ver los resultados, pero al igual que sucede con cualquier otro tratamiento hay que ser constante, no es una técnica milagrosa, pues los efectos se logran habitualmente a partir del mes de tratamiento y mejoran en los siguientes.
Y como es lógico el cuidado diario de la piel debe ser algo esencial en tu rutina.
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