Hasta ahora hemos visto cómo puedes escoger tu vestido de acuerdo a tu silueta, el tipo de escote que te puede sentar mejor, qué tipos de cola puedes llevar, etc., hoy te contamos como elegir el tono blanco de tu vestido de novia.
La verdad es que es más complicado de lo que parece escoger un vestido que, además de gustarte, te siente muy bien.
Algo que además debes tener en cuenta es que, según sea tu tono de piel, hay tonalidades de blanco que te sentarán mejor que otras.
Adecúa el color de tu vestido a tu tono de piel.
Quizás no te hayas dado cuenta, pero no todos los blancos son iguales, y por supuesto, no todas las pieles tienen el mismo tono.
Una decisión acertada puede hacerte aparecer guapísima y resplandeciente ante tus invitados y también en las fotografías.
Los tonos de blanco que te vas a poder encontrar son:
– El blanco puro: éste es el más nítido y brillante de todos los blancos.
– Otra posibilidad es el blanco almendrado o perlado; tiene una base gris claro que lo hace un poquito más apagado que el anterior.
– El blanco marfil, tiene tonalidades o una base amarilla que hace que se vea cremoso.
– Blanco champagne: tiene tonalidades rosas que hacen que en las fotos parezca casi blanco.
Ahora que sabes cuáles son los tonos de blanco que existen sólo te falta adecuarlos a tu tono de piel:
– Si es blanca elige tu vestido en un color marfil, blanco almendrado o champagne.
– Y si la tienes blanca con tonalidad amarilla, elige el blanco almendrado.
En ambos casos evita el blanco puro o brillante.
– Si por el contrario es oscura o estás bronceada, prácticamente todos los colores te sentarán bien, aunque lo ideal será el blanco puro.
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Foto portada ©Comes Sposa
